Acabo de salir de un “casi algo”, y estoy ya bastante cansada de sentir este desamor, que se repite una y otra vez desde hace ya doce meses. Es mi tercer desengaño.
He reflexionado, he encontrado mis patrones de conducta. He sacado en claro y aprendido de las experiencias…
Y hay una parte de mí que ha muerto con toda esta situación, aquella en la que creía en “el elegido”, o también “la media naranja”, “el príncipe azul”.
Pero no existe la idea que tenía al respecto, y no es solo porque esté cansada de intentarlo y de que haya perdido la fe. Me he dado cuenta porque al reconocer mis patrones, he descubierto la verdad oscura que se ocultaba tras esa fantasía.
Las expectativas y la fantasía… armando una burbuja de amor que asfixia
Primero que todo, he visto que aquello que busco en alguien, tiene más que ver conmigo misma, que con ese alguien. Y es evidente, no vas a fijarte en una persona aventurera, si tú eres hogareña. Pero puede pasar.
¿Qué ocurre cuando alguien se fija en ti y tú coges sentimientos (o atracción) por esa persona, pero no es lo que esperas? Que lo rechazas. Hay dos maneras de rechazarlo, la primera es intentando que se amolde a ti (ya sea que él quiera cambiar por decisión propia para que te guste, o que tú le des el empujón para “ayudarlo”), o la más sana y menos corriente, diciéndole honestamente que no se ajusta a lo que quieres en tu vida.
La segunda manera es, al menos en mi caso, algo a lo que no se recurre tan rápidamente, requiere un nivel de madurez emocional muy elevado y encima, hay que darse cuenta.
Porque por algún motivo piensas que quieres a esa persona ser de cierta manera porque así ¡te gustará más! Pero no, lo que ocurre es que proyectas en esa persona aquello de lo que tu careces.
Y es un hecho probado, a nivel psicológico, de que vemos en los demás nuestros propios defectos.
Así, si lo que buscas es un chico atlético, que sea un buen padre y también mañoso… estás diciendo que a ti te gusta estar activa, eres familiar y quieres que te resuelvan los problemas. Pero no solo eso, en el fondo, ese fondo oscuro tan difícil de ver en nosotros mismos, estás diciendo que tú quieres ser una buena madre, mañosa y atlética.
Una manera de compensar tus carencias, consiguiéndolas en otro al que tener cerca. Pero eso no te lo vas a decir a ti misma nunca, iría en contra de tu amor propio. Así que lo más probable es que te digas que buscas “compatibilidad”.
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Luego he visto que hay un problema mucho peor que el de rechazar a alguien porque no es lo que esperas, (o quieres ser tú y él tampoco es), y es el de creer que ese Don Perfecto va a llegar tarde o temprano a tu vida, pensando que está a la vuelta de la esquina mientras tú, estás haciéndole un favor a la persona con la que estás, por no estar sola, por si no llega, porque de momento quien sabe… Es ruin, es egoísta. No estás prestando la atención que se merece, ni le estás valorando ni apreciando por cómo es, y el tiempo que él… también te está dedicando a ti, señorita.
ERES LO QUE ATRAES
Pero ahora quiero hablar del “hombre ideal” como amor platónico, que es a fin de cuentas, lo que es.
Son realmente imprentas emocionales, que te pueden hacer sentir cosas reales, sin haber pronunciado palabra, hasta el punto de hacerte creer que estás ante tu alma gemela. Todo se desarrolla en tu mente, en los encuentros casuales, en las miradas de soslayo, en los silencios que hablan, y en los sueños…
Lo peor de esta situación, es que, hablando de mí, he proyectado mi miedo a que me hagan daño, haciéndome daño a mi misma al desear a quien es difícil de alcanzar, aunque no imposible. No me refiero a un personaje famoso, me refiero a personas que sé de sobra que tienen miedo al compromiso, a quienes ya tienen pareja, o quienes están geográficamente lejos, muy lejos de mí.
Generando así un amor platónico y la idea en mente de que tal vez algún día ese ser perfecto acabará en mis brazos.
(¿Y que hemos dicho sobre lo de que queremos atraer alguien que sea nuestro alter ego? Yo tengo miedo al compromiso, yo siempre me estoy moviendo de una ciudad a otra… yo soy difícil de alcanzar aunque desee tener pareja)
Y lo crees, juro que lo crees. Porque la mente es poderosa y el cerebro, paradójicamente consigue engañarse a sí mismo creyendo que ha experimentado algo cuando lo das por hecho, aunque técnicamente ese hecho solo existe en tu mente. “Si puedes pensarlo, puedes crearlo”, dice la ley de la atracción. Pero que tú lo creas, no lo hace real en la tercera dimensión, a menos que actúes. Primero los pensamientos, luego, las palabras, y por último los hechos, son los que tienen más peso.
Y cuando se trata de dos personas, no está todo bajo tu control.
ALMA GEMELA
Ahora, después de todas mis experiencias, y de ser consciente de experimentar amores platónicos, y de que he visto que siempre he estado buscando al príncipe azul sin saber que me buscaba a mí misma, con miedo a ser rechazada. Comprendo que sí he experimentado ya el concepto de alma gemela, sin saberlo.
Reflexionando sobre lo que un alma gemela significa, veo que es algo que se puede encontrar en más de un cuerpo.
No hay un único elegido que haya que encontrar y luego si no, desengañarse.
Un alma gemela es alguien con quien conectas a un nivel profundo, y no necesariamente por conocer su vida o sus gustos. La conexión es tal, que te hace sentir paz, y te deja ser tú mismo. Esa conexión prevalece por siempre incluso a pesar del tiempo y la distancia. Es alguien con quien haces “clic” al mirarle a los ojos.
…Experimentando el momento como si lo hubieras vivido antes, aun sin entender con tu mente qué hay exactamente entre tú y esa persona.
También significa que tu corazón confía plenamente. El cerebro es otra historia, muchas veces confundido y miedoso frente a lo desconocido… solo puedes ser valiente y dejarte llevar, o esconderte de algo así de intenso, y arrepentirte por siempre.
▶Y sabes qué, esa alma gemela no necesariamente encaja con la idea que tienes de como iba a ser, es alguien con quien aprenderás más de ti mismo que con ninguna otra experiencia.
Yo he tenido miedo, y he criticado mucho a mis parejas, y la crítica duele más cuando proviene de alguien a quien le importas, y le importa lo que digas. Ese dolor te llega, es un arma de doble filo. Criticas no por afectar a la otra persona, criticas cuando creas expectativas de cambio y te encuentras a disgusto con lo que tienes enfrente, sin valorarlo.
Y poder ser uno mismo cuando estás con alguien es una sensación maravillosa, es la plenitud misma, te hace sentir el momento y no desear estar en ninguna otra parte. Finalmente vi, que ese es el objetivo último cuando encuentras a alguien con quien compartir. Es tolerancia, es respeto, devoción y libertad.
Finalmente vi, que ese es el objetivo último cuando encuentras a alguien con quien compartir. Es tolerancia, es respeto, devoción y libertad.